Apuntes de acuarela inspirados en anotaciones de campo del año 1998.
Hoy he dejado un poco apartadas las exigencias milimétricas del
dibujo científico y he comenzado a pintar una acuarela inspirada en
unos viejos apuntes de campo.
Tablas de Daimiel, año 1998. Caminaba por una de las sendas que
llevan a la isla del Pan, cuando a mis espaldas, comencé a escuchar
un algarabío de flamencos fochas y demás aves que se situaban en
el centro de una de las lagunas, casi inmediatamente comenzaron a
alzar en vuelo de huida estrepitoso.
Al principio me costó un poco, pero enseguida pude ver el motivo de
tal espantada, allí, lanzándose una y otra vez contra la masa informe
de aves, se encontraba un halcón peregrino.
Este es sin duda uno de los momentos más mágicos que he visto en mi
vida, la naturaleza me estaba mostrando en toda su magnitud, una
escena imborrable y que ahora trato de reflejar en esta acuarela.
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